Primer partido del año en el “Tomás de Teresa”, último de la primera vuelta, y los puntos se quedaron en casa, 32-26. Frente al ULE, filial del ADEMAR, equipo con jugadores muy jóvenes y con proyección de futuro que nunca dieron la espalda la partido y demostraron un buen tono de juego.
La defensa santoñesa estuvo más entonada que en ocasiones anteriores y claro, apareció el contraataque. La propuesta
defensiva de los visitantes, un 3:3, sistema poco habitual, no encontró las soluciones y fluidez por parte de los locales. Por eso la diferencia no crecía y al descanso era de tres goles.
A la vuelta del vestuario, las correcciones hechas dieron más ritmo al ataque local, Iván Garma estuvo estupendo en la dirección de esa faceta del juego. La defensa seguía en lo suyo, en la segunda mitad con la ayuda de Lautaro que mejoró su rendimiento. Y la diferencia se mantuvo en números tranquilizadores para los locales. Y pudo ser mayor sin los errores de precipitación que dieron balones fáciles al ataque leonés.
Se pudo ver a las nuevas incorporaciones que no pudieron jugar a falta de los requisitos burocráticos, esperemos que ayuden a una plantilla que apuntó mejoría, pero que necesita ayuda para afrontar la segunda vuelta.